Los miedos

En una ocasión, un león se aproximó hasta un lago de aguas despejadas para calmar su sed y, al acercarse a las mismas, vio su rostro reflejado en ellas y pensó:

-¡Vaya! Este lago debe de pertenecer a este león. Tengo que tener mucho cuidado con él.

Atemorizado, se alejó de las aguas, pero tenía tanta sed que regresó al cabo de un rato. Allí estaba otra vez el león. ¿Qué hacer? La sed lo asfixiaba y no había otro lago cercano.

Retrocedió.

Unos minutos después volvió a intentarlo y, al ver al león, abrió sus fauces de forma amenazadora, pero al comprobar que el otro león hacía lo mismo, sintió terror. Salió corriendo, pero ¡era tanta la sed! Lo intentó varias veces de nuevo, pero siempre huía espantado.

Pero como la sed era cada vez más intensa, tomó finalmente la decisión de beber agua del lago sucediera lo que sucediera. Así lo hizo. Y al meter la cabeza en las aguas ¡el león había desaparecido!

Este cuento refuerza el concepto de los miedos, que compartiamos ayer con el profesional Eduardo Doi durante la entrevista en nuestro programa el día de ayer, a las 19 hs de argetina y que los invito a escuchar por www.fmoeste.com.ar ya que la grabación estará disponible durante toda una semana.

Los miedos están relacionados a experiencias pasadas traumáticas o conceptos mentales arraigados. Muchas veces tenemos miedo y nos paralizados porque pensamos que algo que vivimos anteriormente se repetirá, por ejemplo, tenemos miedo a volver a amar porque en una pareja anterior sufrimos y nos fue mal, tenemos miedo a perder un trabajo porque en otro empleo nos hecharon... Otras veces tenemos miedos basados en modelos mentales, por ejemplo, miedo a no tener dinero porque tenemos arraigada en nuestra mente una idea de carencia trasmitida inconcientemente, como hemos hablado en otro programa sobre la abundancia y merecimiento.

Lo importante es poder identificar esos miedos y enfrentarlos ¡Cómo el León! cuando por medio de la voluntad y la acción enfrentamos ese miedo nos daremos cuenta como muchas veces el miedo era irracional, sin fundamento, nada de lo que temiamos sucede.

Un ejercicio muy práctico trasmitido por Eduardo Doi durante nuestra entrevista es inhalar el aire para nutrinos de la energia y exalar nuestros miedos, nuestras emocionaes paralizantes. Repetir 8 exaltaciones, en principio no más si no estamos acostumbrados a este tipo de ejercicios.

Y por ultimo, una actividad muy recomendable: Meditación Zen! Nos ayuda a volver a "nuestro centro", a reconcectarnos y darnos cuenta en la quietud y tranquilidad de nuestra mente como todos estos miedos no existen en realidad, solo son mentales.

Te recordamos: Sábado de 15 a 16.30 hs en San Pedro 980 (Castelar) Meditación Zen!