Cómo buscar información

Para buscar temas de programas anteriores usá la columna de la derecha dentro de la sección Etiquetas hacé clik en Temáticas tratadas en cada programa.

domingo, 25 de julio de 2010

La inteligencia emocional, componente básico de la personalidad

El deseo es el arte que implica cada pulso de vida, provoca placer, nos permite crecer y avanzar y nos ayuda a reinventarnos en busca de la libertad como personas.

"Deseo", del latín "desidium", es "la acción de desear" , es "la cosa deseada", es "la fuerte inclinación de la voluntad hacia el conocimiento, consecución y disfrute de algo", es "el anhelo de saciar un gusto". Éstas son algunas de las múltiples definiciones de "deseo", que podemos encontrar en diccionarios, enciclopedias y otros medios de consulta.

El origen del deseo es una emoción

El deseo es la consecuencia de un sentimiento provocado a su vez por una emoción. La emoción es "el interés expectante con el que se participa en algo que está ocurriendo", es una alteración del ánimo intensa y pasajera que aparece junto a una conmoción somática. La emoción es un estado afectivo o reacción subjetiva al ambiente para adaptarnos a él.

Se trata por tanto de un fenómeno psicológico que altera la atención transformando ciertas conductas en respuestas del individuo, y es a la vez un fenómeno fisiológico que maneja respuestas como las expresiones faciales, los músculos, la voz y el sistema endocrino para el comportamiento más efectivo. Las emociones son influencias innatas y aprendidas, que posicionan al individuo frente a su entorno para poder adaptarse a él. Charles Darwin observó a los animales (a los primates sobre todo) y su amplia variedad de emociones, cuya función era básicamente social, para hacer posible la supervivencia de la especie.

Categorías de las emociones y sus funciones

Las emociones se agrupan en seis categorías básicas, con unas funciones características pero siempre con una finalidad común a todas ellas, que es la adaptación.

  • Miedo: anticiparse a una amenaza o peligro. Provoca inseguridad, incertidumbre y ansiedad. Su función es la protección ante una situción amenazante.
  • Sorpresa: es asombro, desconcierto, sobresalto. Su función es orientarnos frente a la nueva situación.
  • Aversión: es asco, disgusto, rechazo. Provoca al individuo alejarse de esa situación. Su función es el rechazo.
  • Ira: es furia, irritabilidad, enojo, rabia. Produce resentimiento. Su función es la destrucción.
  • Alegría: es euforia, diversión. Provoca bienestar y seguridad. Su función es repetir o reproducir la situación que ha causado esa alegría.
  • Tristeza: es pena, pesimismo. Produce soledad. Su función es la reintegración personal.

La inteligencia emocional

Es la capacidad que posee el individuo de conectar las emociones consigo mismo, de interactuar con el medio que le rodea de forma positiva y objetiva, para poder verse y conocerse a sí mismo y a los demás, y para saber lo que siente. Según Daniel Goleman, la inteligencia emocional la configuran una serie de habilidades con las que el individuo puede expresar y controlar sus sentimientos tanto en lo personal como en el ámbito social, gracias a su motivación, perseverancia, empatía y agilidad mental.



Desde que nacemos nos educan enseñándonos dentro de unos patrones de conducta que nos obligan a aprender comportamientos esperados o "lógicos" según el sexo, el lugar o la cultura. Son patrones que nos limitan, nos oprimen y nos reprimen la capacidad de expresarnos libremente de acuerdo con nuestro Ser interior, alejándonos de él y en consecuencia de nuestra esencia individual. Son patrones aprendidos que nos limitamos a repetir, desconectándonos así de lo que sentimos y somos.

Conectarnos con nosotros mismos, escuchándonos para saber lo que sentimos, nos enseña y nos permite aprender cada día, y avanzar en ese camino que nos conecta con todo y todos los que nos rodean, de manera que podemos interactuar dando y recibiendo de la manera más óptima, para poder ser más felices.

Individuos emocionalmente inteligentes

Las características que definen a los individuos con una inteligencia emocional alta son las que les posibilitan una interacción positiva y una adaptación adecuada que les ayuda a sentirse bien con ellos mismos y con su entorno, y ser felices.

  • Alta autoestima.
  • Actitud positiva.
  • Generosos consigo mismos y con los demás porque saben dar y recibir.
  • Empáticos, porque saben ponerse en el lugar del otro.
  • Reconocen sus propios sentimientos.
  • Capaces de expresar sentimientos positivos y negativos.
  • Capaces de controlar sentimientos positivos y negativos.
  • Motivados, ilusionados e interesados.
  • Poseen valores alternativos.
  • Superan dificultades y frustraciones.
  • Equilibran exigencia y tolerancia.

Entre los deseos y las emociones se encuentran los sentimientos

Los sentimientos están causados por emociones, y son ellos los que provocan los deseos. Existen numerosas corrientes y teorías filosóficas sobre los sentimientos para definir su origen, su función y su forma de afectar al individuo. Un sentimiento siempre es el resultado o la reacción de una emoción o estímulo; es decir, la percepción real de sensaciones, que nos hacen posicionarnos de acuerdo a nuestra moral, a nuestra ética y a los patrones que nos han enseñado. Son una especie de recorrido entre la emoción y el deseo final.

Las definiciones de "deseo" según distintas teorías filosóficas nos dan una idea de este amplio concepto, según diferentes interpretaciones y una visión compleja y extensa. El deseo se podría entender como un pulso vital de uno mismo, como la expresión del individuo manifestándose ante sus sentimientos para acabar saciando un gusto. El deseo es un impulso en sí mismo, una reacción en busca de placer, que desborda al individuo, que le hace manifestarse casi de manera espontánea, proyectándose y lanzándose a aquello que le saciará. El deseo es improvisación y desorden de forma inmediata.

El individuo puede llegar a ser esclavo de sus deseos, pero no puede vivir sin ellos, y en la medida en que sea capaz de saciarlos podrá sentirse satisfecho y feliz. El deseo se convierte en otra forma de respirar para poder sentirse vivo. Como afirma Eduard Punset en su libro "El alma está en el cerebro", "el deseo reivindica la vida, el placer, la autorrealización y la libertad".

eligenciaemocional.suite101.net

No hay comentarios:

Dejanos un mensaje... - COPY
   
 

Para comunicarte con nosotros...

 
 


 
   
 
¡Gracias por escribirnos tus inquietudes o sugerencias para el programa!
 
   
   
Form View Counter

FormSpring Online Forms FormSpring Online Forms