Pareciera que en algunas organizaciones, los empleados no pudieran tener familia, pues todo su tiempo y concentración mental deben estar dispuestos en las exigencias laborales. Lamentablemente la mayoría de las personas deben aguantarse esta situación, a costa de su felicidad y bienestar de sus familias, pues la remuneración económica está condicionada a la subsistencia.
En algunas empresas del mundo capitalista actual se exige en un altísimo grado la capacidad de producir sin importar cómo se obtenga. Si nos descuidamos podemos llegar a tener un estilo de vida que impide el desarrollo personal y familiar, una vida agitada y estresada que no ayuda nada a la realización personal.
La necesidad de ser competitivas puede llevar a algunas organizaciones a exigir un ritmo de trabajo y de logros que los trabajadores podrían asemejarse más bien a máquinas productoras, inhibiendo sus emociones y relaciones familiares. El resultado es un ambiente de estrés, desmotivación agotamiento y deterioro de la calidad de vida.
Por eso surge con mucha fuerza la tendencia a armonizar el trabajo efectivo con los demás componentes de la vida humana. La invitación es lograr el equilibrio entre el desarrollo individual, familiar y laboral del recurso humano.
Modelo EFR “Empresa Familiarmente Responsable”
El modelo de EFR busca que las organizaciones sean más “humanas”, con todo lo que este término contempla. Además, reconoce a la familia como un elemento de interés y se preocupa por su felicidad.
Qué es y qué no es una EFR
La EFR es aquella que ve al empleado como un “colaborador”, el cual es un ser “social” con un entorno familiar. Estas dos palabras se ven algo simples, pero su envergadura es vasta. Lo cual requiere un cambio de pensamiento, reaprender algunas cosas y dejar a un lado los paradigmas.
Algunas políticas de una EFR
Todo está por crear, pero hasta el momento las políticas más comunes entre las empresas que se han logrado certificar en este tema, han optado por medidas como: horarios flexibles para que sus empleados atiendan sus necesidades familiares; brindar formación personal a sus empleados para que sean mejores personas, esposos y padres; horarios justos y exigencia de su cumplimiento; respeto de los tiempos libres y de descanso; oportunidades de formación; subsidios para el estudio de los hijos; licencias de maternidad y paternidad más amplias; reducir la carga de trabajo extra laboral del empleado; posibilidad de trabajar desde las casas; permisos para emergencias familiares; entre otros.
Acciones concretas
También las organizaciones sociales avocadas a temas familiares nos estamos haciendo eco de estas políticas. La organización argentina “Proyecto Padres” ha instaurado un premio a la EFR del año, reconociendo y valorando a las empresas que adoptan políticas en este sentido.
Asimismo, Familia Sur posee un programa de trabajo llamado “Empresas en Familia” dónde se brinda asistencia especializada a los empleadores a partir una política de recursos humanos basada en la valoración y desarrollo de la dimensión familiar del empleado, lo que permite potenciar el trabajo y la productividad de las empresas. Si desea conocer más de este servicio no dudes en contactarte con su directora, la Lic. Laura Pacetti (empresas@familiasur.org).
Fuente: ICWF - Centro Internacional Trabajo y Familia (www.iese.edu/es)
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